MxMF VIII: El reto de llenar un nombre grande, ahora en CDMX

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Cobertura: Ricardo Arzola y Miguel Valverde

Fotos: Miguel Valverde

El pasado fin de semana, el rey vikingo del norte, Cacique Entertainment, arribó a la Ciudad de México con una nueva edición de su festival estrella, el MxMF, esta vez en el Velódromo Olímpico. Entre rumores y conflictos previos, la organización prometió que el festival se realizaría en tiempo y forma, y finalmente cumplió.

La prefiesta: Un inicio con energía, pero con tropiezos

Las actividades comenzaron oficialmente el viernes 15 de noviembre con una prefiesta en el Circo Volador. Bandas como Orion Rice, Masacre, Unidad Trauma y Pestilence encabezaron el cartel. Para nosotros, Orion Rice fue el acto que se robó la noche con su propuesta temática de alienígenas, un potente sonido y un show visual variado que incluyó globos interactivos lanzados al público. Sin embargo, el evento tuvo problemas de puntualidad, afectando a bandas como Homicide, que contaban con un gran apoyo del público, pero vieron reducido su tiempo en el escenario. A pesar de los retrasos, la prefiesta cumplió como un buen preámbulo.

Primer día: Producción impecable y una noche llena de emociones

El sábado marcó el inicio oficial del festival. La jornada comenzó con Leo Jiménez, quien, aunque no es del agrado de todos, demostró tener una base sólida de seguidores que acudieron desde la apertura. Sin embargo, uno de los puntos negativos fue la cancelación de Enforcer, anunciada a través de un comunicado que no fue mostrado en las pantallas del festival, algo que sí es común en eventos internacionales. La falta de explicación generó confusión, un detalle que podría mejorarse.

El día avanzó con presentaciones contundentes como las de Legion of the Damned, Samael, Benediction y Enslaved, quienes no decepcionaron a los fanáticos del metal extremo. Cada banda mantuvo un nivel altísimo, y aunque sería injusto destacar solo a una, Sonata Arctica ofreció un respiro con su característico toque melódico antes de lo que vendría después.

Satyricon, la actuación más esperada por muchos, no decepcionó y demostró por qué fue el headliner. Su show fue potente de principio a fin, consolidándose como uno de los mejores actos del festival. Sin embargo, la polémica llegó con Atrocity, cuya presentación fue interrumpida abruptamente: las luces se apagaron y el audio fue cortado, aunque la banda continuó tocando con el apoyo del público. Este incidente generó opiniones divididas, pero queda claro que hubo maneras menos drásticas de manejar la situación. El día cerró con el histórico primer show de Dethklok en México, un momento que muchos esperaban y que cumplió con creces, convirtiéndose en uno de los grandes logros del festival.

Segundo día: Diversión, clásicos y brutalidad

El domingo arrancó con Party Cannon, una banda que, fiel a su estilo, ofreció uno de los shows más divertidos e interactivos del evento. A pesar de no contar con el mayor público, Chelsea Grin logró mantener la energía, mientras que Candlemass deleitó a los asistentes con un show sólido, demostrando que la experiencia siempre gana. Para nosotros, fue la banda old-school que mejor conectó con el público.

El resto del día estuvo lleno de calidad, con actos como Katatonia, Forbidden, Watain, Disinsider e Hypocrisy, que mantuvieron el nivel del festival en lo más alto. Sin embargo, el cierre fue la verdadera joya: un evento memorable que consolidó al MxMF VIII como uno de los mejores festivales del año en el género.

Lo bueno, lo malo y lo que esperamos del futuro

No podemos ignorar que, a pesar de ser un gran evento, hubo áreas de oportunidad que la organización debe atender. Entre los puntos negativos destacamos:

  • Cambios de horarios sin previo aviso: Varias bandas comunicaron sus nuevos horarios directamente en redes sociales, lo cual genera confusión para el público.
  • Cancelaciones sin explicación: La ausencia de bandas como Enforcer dejó al público sin información oficial durante el festival.
  • El incidente con Atrocity: Aunque entendemos que puede haber problemas con los tiempos, cortar el show de manera abrupta fue innecesario.
  • Falta de pirotecnia: Aunque probablemente esto se debió a la cercanía del Corona Capital, se sintió como un detalle faltante.
  • Comunicación Festival-Público: Mejorar este aspecto debería ser una prioridad, ya que la confianza del público depende de una buena interacción.

A pesar de estos puntos, aplaudimos las mejoras que se implementaron, como el audio, los baños, el acceso rápido y, sobre todo, la calidad de los shows. No fue un evento perfecto, pero estuvo lejos de ser desastroso. Nos vamos con un buen sabor de boca y muchas ganas de ver lo que el futuro le depara al MxMF. Sea donde sea, estaremos ahí como lo hicimos en aquellas ediciones en Monterrey.

Pyromania MX

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